%20(8).png)
Poesías
Itzel Preciado

Escritura y quiebre
Si no se escribe se mata el deber negándose la palabra en todas sus formas, mientras en público se aparenta la maravilla del oficio abnegado.
La mensajera se cose la mente, cierra la boca, paraliza sus manos porqué al tacto con la pluma se incendian sus ideas.
Crueldad humana en su estado natural; jamás he sido tocada por las Diosas, mis oraciones no me son dictadas para dar a conocer sus visiones, Entonces, ¿Qué es escribir?
Redactar en la oscuridad muriendo con un hilo de vida, pasando la miseria de nacer en soledad, entregando el alma a versos vacíos, mientras que cientos terminan acumulándose sobre las vertebras de aquel poema kilométrico tallado sobre los años vividos.
Sino se escribe se mata; al mismo tiempo que me acabo yo.
Declaración de la musa moderna
Rehusó a ser la musa idealizada en el cristal de tu perturbada memoria por el paso de los siglos.
Sí, querido, me nombro mi propia obra de arte.
Por eso escribo de mis experiencias y los pasos hacia el crecimiento, lo hago por mí y por las demás.
Somos distintas a ti, que lees por moda nuestro trabajo, desconociendo cuanto hemos luchado para mostrar el universo usando las letras, tomando enfoques distintos para (re) conocernos en la realidad, retornando tranquilas al hogar que nos completa.
Aquí y ahora, yo me niego a ser dentro de tus páginas una figura que se torna nada, en mujer de auto satisfacción para el personaje cargado de tus defectos; al cual le haces cumplir tus mas extrañas e inexorables fantasías.
Mis vivencias, escritos e historia son única pertenencia, deja de tomarlas como parte de tu ser, esas no son rentables ni vendibles para tu lucrativo placer.
Sí soy mi propia musa, no caeré ante ti, tus palabras y tu mundo maquillado de superficiales ilusiones.