
así (del libro tres cuartos)
Ashle Ozuljevic Subaique

[Sugerimos la lectura en ordenador/computadora para preservar la disposición original de los versos]
ASÍ, con furia, escondidas en mi casa cuando aún no llegan las niñas
así, el trabajo deshecho, olvidado en un rincón del escritorio de ninguna
hablando de política o de filosofía, cualquier tema que nos caliente mucho
tirar arrebatadas
tu sexo de familia conservadora
el mío
de sudaca liberal
salivando los labios
caliente la piel hasta quemarte
recuerdo tus ojos desorbitados por el incendio de mis pliegues
recuerdo el amor furioso
(¿por qué el amor es violento?)
en el colchón sobre el piso
dejando de sentir el roce en la velocidad en el mareo en la humedad
abandonadas a las manos
te recuerdo diciendo sorprendida que nunca habías visto un cuerpo
hervir
entregadas al choque de mundos
a la furia en un cuarto pequeño
los libros en ronda, no-leídos
sus ojos monocromáticos enormes
mirando el movimiento, los jadeos
también perdidos, inaudibles en el gorgoteo
(es violento porque
un cuerpo entra en otro,
es violento porque las pieles
se friccionan
y es como tener la carne al
rojo vivo
y a veces es mucho el tiempo
en el que una no se cansa ni
se aburre ni tiene
necesidades básicas salvo ésa
que no es básica pero es
necesidad
y luego orinar es una
pequeña y dulce tortura, el
recordatorio del placer
cuando el dolor)
cogernos
así
aprendiendo del otro cuerpo así por los ojos y por la boca
amorcito mi amorcito
escapándose las palabras por el filtro deshecho
como si fuese un pergamino que mi humedad hubiese empapado
roto descansa dejando escapar mis amorcito mi amorcito mientras te tomo por las
pupilas y la nuca
los cuerpos están furiosos la habitación en llamas el brillo entorno
tremenda esta batalla en que se busca perder
(¿por qué estas metáforas bélicas en el amor?)
tu rostro desencajado y ni una sola palabra los humanistas los intelectuales ni una sola
frase cuerda durante horas recluidas la lógica está desbaratada perdido el discurso
hemos eyaculado la mitad de nuestro lenguaje ya antes que nuestros ombligos tiemblen
nos lanzamos delirantes a las últimas embestidas
la sincronía del furor del ahogo de la agonía
hasta la risa.
Segundos después
todo es silencio
volvemos a respirar entonces
escuchamos un sonido que podemos identificar
miramos por la ventana
aún sigue siendo de día.